Lámina 45

Dibujo de Camilo Moncada
Copia López-Chavero/Copia Yllanes

Lugar: Teçiquauhtitlan

Glosa alfabética: Teçiquauhtitlan

Interpretación de Alfredo Chavero (1892)

Tomada Iztapalapa, viró Cortés con sus bergantines, y al pasar junto al peñón de Tepoplco, la guarnición los atacó: por lo cual desembarcó con ciento cincuenta castellanos, y á pesar de lo dificil de la subida, y de estar bien fortificado y guarnecido, tomó el cerro y pasó á cuchillo á todos sus defensores, sacando él veinticinco soldados heridos. Dirigióse en seguida al fuerte de Xoloc, el cual, como ya hemos dicho, estaba en la unión de las calzadas de Iztapalapa y Coyoacan. La sorpresa de su llegada, y el fuego de sus cañones que á malsalva barría los parapetos y pirámides del punto, hizo fácul el desembarco y toma del fuerte. A su vez Cristóbal de Olid, al ver la flota, salió de Coyoacán y llegó á apoyar el desembarco. Quisieron los mexicas recobrar el punto; pero Cortés hizo sacar los tres grandes cañones de hierro, y asestando uno sobre la calzada, los hizo retroceder, ayudado del fuego de flanco de la artillería de los bergantines. Cortés se situó en el cercano teocalli de la diosa Toci. Ese día empezó el sitio. La pintura cuadragésimaquinta representa este episodio. Se ve la calzada entre las aguas del lago. En medio de la calzada está el templo piramidal de la diosa Toci, y sobre él un letrero en caracteres góticos que dice Tociquauhtitlan. El aparato de madera está sobre el templo, era el destinado al sacrificio del aspamiento. El jefe de Tizatlan con otro guerrero tlaxcalteca rebasan el teocalli, y los siguen Marina con escudo, un rodelero y un guerrero armado de punta en blanco. Combaten con ellos los mexicas, entre los cuales se ve en primer término á un tigre, armado de macana y con escudo de Totec. Varias canoas de mexicas apoyan la defensa á un lado de la calzada, y en el opuesto en uno de los bergantines llega Cortés con Marina.

Interpretación Josefina García Quintana y Carlos Martínez Marín (1983)

Entran en acción los bergantines. En la lámina cuarenta y cinco se representa la llegada de los bergantines al lugar llamado aquí Teciquauhtitlan y el combate que se dio para tomarlo. Los mexicanos lo defienden por tierra y por agua. Uno de los guerreros tlaxcaltecas porta la insignia de Ocotelolco y la presencia de Marina con un escudo da a entender que aun las mujeres participaron en la refriega. A pesar de la decisiva importancia que tuvieron los bergantines en la conquista, los tlaxcaltecas se refieren a ellos en el Lienzo únicamente dos veces: a la llegada de Cortés a Tetzcoco (lámina 14) y aquí, en esta escena, que por otra parte presenta la peculiaridad de mostrar dentro de la embarcación a varios tlaxcaltecas aunque, según las noticias que dan las crónicas, ningún indio aliado participó en los diversos combates como no fuera por tierra. El lugar donde Hernán Cortés puso su real fue en Acachinanco, a las puertas de la isla, pero no está fuera de razón que en esta lámina se consigne el nombre de Teciquauhtitlan, ya que junto con el glifo que aparece al lado, se hace referencia al sitio donde estaba un templo dedicado a la diosa Toci. Se trata, en realidad, del lugar llamado Tocititlan, que colindaba con Acachinanco. El glifo representa, salvo la cabeza que más parece invención del copista, el templo construido en lo alto de cuatro gruesos maderos hincados en tierra, donde se hacía el sacrificio del aspamiento o flechamiento en honor de la Diosa Madre.