


Lugar: Tlaxcala
Glosa alfabética: Tlaxcallã
Interpretación de Alfredo Chavero (1892)
En su parte superior está escrito en caracteres góticos el nombre Tlaxcallan. Se ve a los cuatro jefes de la señoría, sentados en un icpalli o sillas señoriales, cubiertos con sus ayatl o mantos y calzados con su cactli o sandalias. Los cuatro tienen el cabello trenzado atrás, y las trenzas atadas con cintas teñidas de grana, como los cactli que tienen diversa forma y adorno. Los cuatro jefes presentan en sus orejas adornos que las taladran a manera de punzones, y tres en su labio inferior el tentetl o bezote. Tres de ellos tienen en el tocado el plumero, símbolo de los guerreros, y una especie de corona o malacatl ataca sobre la frente en que se alternan los colores blanco y grana; los cuales los muestra también alternados en la cenefa de su mano.
Desde luego se comprende que los tres jefes guerreros son Maxixcatzi, Tlehuexolotzon y Citlalpopocatzin. Xicotencatl como ciego, no podría tener mando en el ejército: y su actitud en la pintura, la manera indecisa con que extiende sus manos y la fijeza de su ojo, bien indican a un ciego.
El mensajero presenta la carta en una caña: esta desnudo y sólo tiene maxtli o ceñidor, lleva dos bezotes, el cabello despeinado, y e el rostro adornos hechos con el tatuaje; todo lo cual expresa una raza bárbara. La media luna que tiene grabada en el muslo, hace creer que fuera de Metztitlan.
Recibidos los embajadores, por se tributarios de Moctezuma y por lo mismo considerados enemigos de Tlaxcalla, lo primero que se pensó fue darles muerte; mas como se tomara en cuenta que iban por Cortés, abandonóse la idea para discutir el asunto principal. Maxixcatzin opinó por recibir a los extranjeros, porque eran enemigos de Moctezuma, y ofrecían ayudar a los tlaxcaltecas contra los mexicas.
Interpretación Josefina García Quintana y Carlos Martínez Marín (1983)
En la primera lámina del Lienzo está representado este acontecimiento. Tiene en la parte superior el nombre de Tlaxcallan y hay en la escena cinco personajes. Cuatro estás sentados y en actitud receptiva; el quinto está de pie y es portador de un mensaje. Los cuatro personajes sedentes representarían a los cuatro jefes de los señoríos de Tlaxcala: Ocotelolco, Tizatlán, Tepetícpac y Quiahuiztlán. Los nombres de estos señores eran Maxixcatzin, Xicoténcatl, Tlahuexolotzin y Citlalpopocatzin respectivamente, pero en la lámina no se consignna el glifo tecnonímico que los identificaría. Aparecen vestidos como señores aunque uno de ellos no lleva tocado. Alfredo Chavero dice de este último que se trata de Xicoténcatl, quien por ser ya viejo y ciegoo no tenía mando militar, lo que explicaría la ausencia de adorno en la cabeza. Sin embargo, no hay bases para identificar a ninguno de los personajes y, lo que es más, en la copia de Yllañes éste que Chavero pretende sea Xicoténcatl, aparece como mujer, lo cual indicaría que se trata de Marina y daría la razón, en cierto modo, a Mazihcatzin quien dice en su descripción que falta Xicoténcatl porque estaba enfermo, si bien no alude al personaje femenino. en cuanto al hombre que está de pie, representa simbólicamente a los mensajeros cempoaltecas enviados por Cortés. Algunas fuentes dicen que fueron cuatro los embajadores, otras que fueron dos. Aquí basta uno para referirse a ese hecho. Tampoco hay ningún elemento que identifique su filiación étnica, pues si fuera aceptable la sugerencia de Alfredo Chavero de que la luna que lleva en uno de los muslos indica que era indígenas de Cempoala. Es bien sabido que en la época anterior a la conquista española, los embajadores fozaban de especial consideración; ofenderlos de alguna manera era tenido por una grave falta y hasta como agravio al señor del cual eran portavoces, agravio que en ocasiones fue pretexto de guerra. De acuerdo con la importancia estos embajadores llevaban una indumentaria específica que los identificaba como tales. Por esta razón produce extrañeza que en esta lámina el mensajero no lleve tocado ni manta y únicamente máxtlatl, sandalias, bezote y tatuaje facial. Puede suponerse que de esta manera los tlaxcaltecas señalaban una diferencia cualitativa entre ellos y los compoaltecas, pero es más admisible pensar que cierto tipo de esarificación facial -aquí indeterminada- era característica de los embajadores y que éstos debían presentar su embajada en la forma más humilde posible, de allí su escasa indumentaria.